Altavoces y monitores de estudio: ¿en qué se diferencian?

Altavoces y monitores de estudio

 

Aunque es probable que, de forma genérica, muchísimas personas denominen a cualquier aparato emisor de audio “altavoz”, lo cierto es que existen diferencias fundamentales entre lo que sería un altavoz convencional y los llamados monitores de estudio.

 

El primer aspecto a tener en cuenta es que, normalmente, otorgamos el nombre de “altavoz” a las cajas acústicas, cuando los altavoces se limitan a ser únicamente el “cono” por el que escuchamos el audio, que suelen estar insertados en una caja acústica. Una vez sabido esto, pasaremos a ver la diferencia entre una caja acústica de tipo standard, como la que encontraríamos en un cualquier equipo de sonido Hi-Fi, y los denominados monitores de estudio.

 

 

Monitores de estudio

 

Cajas acústicas y altavoces: el sonido embellecido

Son muchos los parámetros referentes a la frecuencia de un altavoz y de una caja de música, y estos afectan de forma clara a la respuesta que se obtiene y, en definitiva, a cómo escuchamos su sonido. En el caso de las cajas acústicas, su diseño hace que el sonido se escuche de forma bonita, o lo que viene a ser lo mismo, las frecuencias son sometidas a una coloración que tiene como resultado la emisión de sonidos más agradables. De esta manera, escuchar música en uno de estos sistemas está al servicio de un oyente para quién su única finalidad es el deseo de oír un sonido equilibrado y libre de asperezas.

 

Monitores de estudio: la realidad del sonido

 

Por su parte, los monitores de estudio tienen una finalidad muy distinta a la de las cajas acústicas y los altavoces, que es encontrar la máxima fidelidad posible al sonido de tu mezcla. Los monitores de estudio buscan la precisión en la respuesta de frecuencia, así como también en los transitorios. La calidad de sonido que se obtiene es mucho mayor, así como la fidelidad, buscando el equilibrio perfecto de una mezcla para que, supuestamente, suene bien en todo tipo de equipos (aunque esto no sucede siempre, ya que, como hemos indicado antes, los parámetros de las cajas acústicas pueden inducir a muchos cambios).

 

Los niveles de fidelidad que se pretenden obtener con los monitore de estudio (y que en ningún caso pretenden ser logrados por una caja acústica) sirven a la finalidad de refinar al máximo una mezcla, poder observar los elementos discordantes y modificarlos. La realidad sonora se ve representada de una forma mucho más fidedigna, de forma que facilita la tarea de refinar varias pistas de instrumentos para obtener el resultado final deseado.

 

Monitores auto amplificados

 

Un monitor auto amplificado, también conocido como monitor activo, es aquel que cuenta con su propio amplificador dentro de la caja; de esta manera, sólo sería necesario conectarlo a la toma de corriente para obtener el efecto amplificador. Por otra parte, los monitores pasivos son aquellos que deben recibir la señal ya amplificada, de manera que se requiere de un amplificador externo para esta tarea.

 

Dentro de los monitores de estudio autoamplificados los habría de diferentes pulgadas según las necesidades. Es importante, a la hora de escoger un equipo de estas características, fijarse en las prestaciones del equipo en cuanto al control de nivel, de agudos y de graves.